Dormimos en la tranquilidad de la indiferencia, a menudo podemos extender la mano pero no lo hacemos.(y apuesto que al que no tiene manos le gustaría poder extender la suya)

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No quiero olvidarme de las pequeñas cosas, por más que las grandes, medianas y pequeñas disfrazadas en cajas de EXAGERACIONES insistan en opacarlas.